Las perspectivas macroeconómicas para este año son relativamente positivas, a pesar de las condiciones financieras globales desfavorables, el menor margen para la política fiscal y una desaceleración de la producción industrial.
Aunque el PIB mundial sigue creciendo, el comercio internacional de bienes permanecerá estancado este año, mientras que los servicios mostrarán un impulso más boyante. L
Se espera que las exportaciones italianas de bienes crezcan con fuerza, pero a un ritmo más lento que en años anteriores. Las ventas transfronterizas superarán los 660.000 millones de euros en 2023, con un crecimiento del 6,8%, seguido de un crecimiento del 4,6% en 2024. Las exportaciones italianas de servicios también tendrán una tendencia positiva, con una previsión de crecimiento del 7%.
Pero llegan nuevos socios comerciales
“Las principales economías representan, como es lógico – explica ISPI en su nuevo estudio – ” también las principales geografías de referencia para las ventas italianas (Alemania, Estados Unidos, Francia, etc. hasta China), pero muchas cosas están cambiando en los demás mercados. de destino: los países del Golfo, India, Tailandia y Vietnam, sin olvidar a México, Brasil y Croacia –la “nueva entrada” de la zona del euro- están demostrando ser oportunidades cada vez más concretas y significativas para nuestras exportaciones”.
Estos son los desafíos actuales: digital y sostenibilidad
Según ISPI, Instituto de Estudios Políticos Internacionales, “la revolución tecnológica y la transición sostenible son los desafíos de hoy para el mundo del mañana. Invertir en digitalización, innovación y transición energética es la clave en manos de las empresas italianas para fortalecer aún más su competitividad en los mercados internacionales y crecer de manera sostenible.
Por primera vez, el Informe de Exportaciones de SACE también analiza las exportaciones de bienes medioambientales, que incluyen bienes relacionados con la protección del medio ambiente -como los catalizadores para vehículos- y aquellos adaptados para ser más respetuosos con el medio ambiente o “más limpios”, como los biocombustibles, el mercurio- baterías gratis y coches híbridos y eléctricos.
De hecho, es necesario identificar y cuantificar los flujos internacionales de estos bienes para poder identificar a los principales actores de la transición, tener una base para negociar acuerdos destinados a reducir las barreras al comercio de bienes cruciales y reconocer cualquier dependencia en condiciones de suministro de países específicos en un mundo comprometido en la lucha contra el cambio climático.
En los últimos veinte años, el valor del comercio internacional de bienes ambientales ha crecido a una tasa media anual (CAGR) del 7,6% (superior al +5,8% de las exportaciones totales de bienes), alcanzando más de 1.750 millones de dólares. Los principales actores son Europa y Asia, este último con el crecimiento más rápido. Italia se confirma con el tiempo en el segundo lugar entre los exportadores europeos.
Las fuertes inversiones para la transición en curso, también a la luz de las políticas europeas de apoyo en la materia, impulsarán también las exportaciones italianas de bienes medioambientales, que espero que crezcan este año un 9,3% y el año próximo un 9,7%, acelerándose luego a alrededor del 14% anual en promedio en 2025-26.
Las empresas también están atravesando una nueva “revolución industrial”: si las anteriores se guiaron por el uso innovador de fuentes de energía fósiles, la tecnológica y digital que ya comenzó hace un tiempo se centra en una “nueva energía” basada en la información y su procesamiento. En este sentido, tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) pueden representar una herramienta estratégica para el desarrollo de las empresas en un mundo cada vez más interconectado.
Hoy en día la IA ya está presente en muchos sectores, está más extendida entre las empresas con mayor propensión al comercio y ya se ha comprobado que conduce a la mejora de los modelos de negocio y al apoyo a la proyección exportadora, aumentando efectivamente la productividad de las empresas que la utilizan. gracias a una gestión más eficaz de las cadenas de valor y menores costes comerciales. Como también destacan las recientes encuestas realizadas entre empresas por el Centro de Estudios Tagliacarne-Unioncamere, alrededor del 67% de las empresas que invierten en tecnologías digitales exportan, frente al 44% de las que no lo hacen. Para la plena eficacia de la Industria 4.0, no sólo es necesaria la simple adopción de tecnologías, sino también la innovación del modelo de negocio de la empresa: las empresas que invierten en 4.0 e innovan su modelo de negocio tienen, de hecho, una posibilidad de exportar aproximadamente tres veces. superior a los que invierten sin cambiar de modelo (14,5% vs. 5,2%).
Gracias a una industria de fabricación y automatización avanzada, gracias también a los programas de Industria 4.0. – Italia ya tiene una fuerte especialización en la combinación de la IA con sistemas físicos como sensores, sistemas de automatización y robots, como también lo subrayan los datos del Observatorio de Inteligencia Artificial del Politécnico de Milán. Nuestro país también ve un buen grado de aplicación en los servicios (desde la atención sanitaria hasta la investigación y desde las finanzas hasta el transporte). También se dará un mayor impulso a la sostenibilidad medioambiental gracias, por ejemplo, a una previsión cada vez más precisa y precisa de los fenómenos climáticos extremos cuyos efectos se reflejan en varios sectores, uno sobre todo, el de la agricultura”.
