jueves 5 diciembre 2024
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¿Por qué invertir en México?

La proximidad geográfica a Estados Unidos, la solidez financiera, la estabilidad monetaria, la presencia de incentivos fiscales, la apertura al comercio internacional, los costos laborales relativamente bajos y una fuerza laboral joven son sólo algunas de las fortalezas de México. ¡Descubramos juntos por qué deberíamos invertir en el país sudamericano!

México es considerado, según las estadísticas, la economía número 14-15 del mundo, creciendo en los últimos años a un ritmo promedio del 2%, con excepción de la desaceleración registrada en 2019 (PIB -0,1%), durante un diversos factores, entre ellos el inicio de un nuevo ciclo presidencial, la desaceleración de la inversión pública y privada y del consumo interno, combinados con la incertidumbre sobre la renovación del acuerdo TLCAN con Estados Unidos y Canadá. La pandemia aceleró esta dinámica y provocó una contracción del PIB en 2020 que el FMI, en su informe Perspectivas de la economía mundial de abril, estimó en -8,2%. Sin embargo, se espera un repunte en los próximos dos años, del 5% en 2021 y del 3% en 2022 respectivamente.

Sus fortalezas son muchas y variadas, empezando por los sólidos fundamentos macroeconómicos: mercado compuesto por 130 millones de consumidores, estabilidad política, financiera y del tipo de cambio del peso, disponibilidad de crédito para las empresas, baja inflación, política financiera rigurosa que garantizó en 2019 un presupuesto primario. superávit del 1% y una ratio deuda/PIB bajo control (53,7%), así como un aumento en 2019 de los salarios reales (+3,5%) y del empleo (+1,8%).

En segundo lugar, la posición geográfica estratégica como vínculo entre el Norte y el Sur del continente americano permite a México producir para el mercado interno y exportar fácilmente bienes y productos a Estados Unidos (a donde se dirige el 75% de las exportaciones) y América Latina. La frontera compartida con Estados Unidos constituye un increíble valor añadido que ha favorecido el desarrollo, cerca de la frontera, de una industria deslocalizada e integrada en los procesos productivos estadounidenses (se piensa inmediatamente en las famosas maquiladoras).

En tercer lugar, algunos estados mexicanos, considerados el motor económico del país, impulsan una robusta política de incentivos financieros y fiscales que atraen a operadores extranjeros y que han permitido la creación de parques industriales y centros tecnológicos especializados dotados de importantes infraestructuras en beneficio de todas las empresas. en un distrito determinado. Ejemplos de gran interés son la zona industrial del Estado de México, el parque industrial de Querétaro, que alberga alrededor de 130 empresas, el distrito automotriz y aeroespacial de Guanajuato y el centro del calzado de León, todos distritos con alta concentración de inversiones productivas. Incluso los italianos. Además, existen incentivos de instituciones locales individuales para las empresas que pretenden invertir en un estado en particular y llevar a cabo proyectos de desarrollo territorial.

A esto se suma la tradicional apertura al comercio internacional, que convierte a México en uno de los países del mundo con más tratados de libre comercio vigentes.

La piedra angular de esta red de acuerdos es el nuevo Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que entró en vigor tras su ratificación por el Parlamento canadiense el 13 de marzo de 2020 y que permitirá a México mantener un acceso preferencial a los mayores mercado del mundo. Una mayor integración económica y comercial con Estados Unidos y Canadá también permitirá a México aprovechar otra de sus fortalezas: la riqueza de una fuerza laboral joven (la edad promedio de los mexicanos es de 26 años) y disponible a un costo competitivo.

Otro acuerdo internacional de gran importancia, que afecta directamente a los intereses italianos, es el nuevo Acuerdo Global Unión Europea-México, que pronto entrará en vigor tras la ratificación de sus miembros. En el sector comercial, el texto establece que casi todo el comercio de bienes está libre de impuestos, incluso en el sector agrícola. Unos procedimientos aduaneros más sencillos beneficiarán a la industria de la Unión, incluidos los productos farmacéuticos, la maquinaria y los equipos de transporte. El acuerdo anterior cubría una gran parte de los productos industriales, pero sólo algo más del 60% de los productos agrícolas y de transformación de alimentos, dejando al descubierto los productos más importantes del Made in Italy, como la pasta, el queso, los productos porcinos y el chocolate, para los que ahora se prevé una liberalización, aunque Para algunos de ellos persistirán límites cuantitativos. En cambio, el Acuerdo con la UE contiene el reconocimiento de 340 indicaciones geográficas europeas, que estarán garantizadas contra imitaciones, entre ellas 64 productos italianos (33 productos alimenticios DOP/IGP y 31 vinos). Además, el acuerdo permitirá a las empresas de la UE vender más fácilmente servicios financieros y de otro tipo en México y facilitará la participación de nuestras empresas en licitaciones en el país.

Estos elementos ayudan a explicar cómo México es considerado el segundo país latinoamericano en términos de facilidad para hacer negocios en el informe “Doing Business 2020”, precedido solo por Chile por una posición (en el puesto 59).

En conjunto, México es una tierra de grandes oportunidades y no es casualidad que represente el segundo mercado de salida de las exportaciones italianas al continente americano (más de 4.400 millones de euros en 2019), después de Estados Unidos pero antes de Canadá, Brasil y Argentina, con Aún quedan grandes márgenes por explorar y explotar plenamente para nuestras empresas.

Hoy en día hay 1.600 de nuestras empresas en el país, 150 de las cuales también tienen plantas de producción en varios distritos industriales y operan en casi todos los sectores: desde la manufactura hasta la alimentación, pasando por la automoción y la energía. Las empresas italianas presentes en México operan en todos los sectores: manufacturero, automotriz, alimentario, farmacéutico.

En los últimos años, la presencia de empresas italianas en el sector energético se ha desarrollado especialmente, tanto en términos de energías renovables como de hidrocarburos, gracias también a la reforma energética aprobada por la anterior administración que abrió el sector a la competencia internacional.

Entre los sectores en los que cada vez se abren más espacios, se encuentra sin duda el de infraestructuras, que ha estado en el centro de numerosas intervenciones destinadas a hacer que el país sea más compatible con las necesidades productivas de las empresas de todos los sectores que necesitan mejores infraestructuras de comunicación. .transporte y energía. En esta dirección va el Plan de Infraestructura 2020-2024, que fue anunciado por el presidente mexicano, Manuel López Obrador, a finales de 2019 y prevé la construcción de 147 proyectos -principalmente en los segmentos de transporte, telecomunicaciones, turismo y salud pública-. por un total de 44 mil millones de dólares. El sector privado, sobre la base de los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y las asociaciones empresariales, se ha comprometido a financiar la mitad de las inversiones necesarias. Actualmente ya están en marcha 15 proyectos, especialmente en los segmentos de telefonía y aeropuertos, mientras que otros 20 proyectos más se iniciarán lo antes posible, una vez que se hayan completado los estudios de viabilidad. Entre los grandes proyectos del sector del transporte hay que mencionar el ‘Tren Maya’, que cruzará la Península de Yucatán para conectar algunos de los destinos turísticos más importantes del país, el del Istmo de Tehuantepec, un ambicioso proyecto logístico que conectará las costas de los océanos Atlántico y Pacífico para desarrollar un corredor de transporte de carga en el tramo más estrecho del territorio mexicano, el de la ampliación del aeropuerto de Santa Lucía y la construcción desde cero de una refinería en Dos Bocas.

Además, teniendo en cuenta el crédito del que disfrutan la maquinaria y la tecnología de producción italiana (nuestras exportaciones se componen de hecho en un 70% de maquinaria industrial), se pueden encontrar oportunidades interesantes en las industrias del embotellado de alimentos y bebidas, en el corte de vidrio, en la industria cerámica industria, farmacéutica y minera. En infraestructura nuestra tecnología y experiencia son altamente reconocidas, así como en agricultura, métodos de riego y carpintería.

Invertir en México también significa conocer y explotar los puntos fuertes de su sistema productivo: en el país están activas más de 4 millones de pymes, que generan el 72% del empleo y el 52% del PIB nacional. El principal desafío es involucrar plenamente a Italia y a sus empresas, compuestas también en su mayoría por pymes, en una estrategia que, además de atraer mayores inversiones directas, también haga que las empresas italianas participen en las nuevas cadenas de suministro y en las cadenas de valor globales. Debido a las características de ambas economías, existen oportunidades concretas de desarrollo en sectores específicos como la logística, la construcción (concesiones, modernización de puertos, autopistas, conexiones), agricultura, pesca, turismo, transporte y telecomunicaciones.

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