Mientras Estados Unidos y Europa planifican un ecosistema que facilite la difusión de nuevos combustibles (gas natural renovable e hidrógeno), ¿cómo se posiciona México frente a esta revolución energética sustentable?
A diferencia de los estados mencionados anteriormente, las autoridades ambientales federales de México no han desarrollado un programa específico para guiar la transición. La Ley de Combustibles Limpios de México se centra principalmente en la producción de biodiesel.
Los accionistas, sin embargo, piden a las empresas exportadoras que creen métodos de producción y productos más sostenibles para proteger su competitividad en los mercados.
El potencial del gas natural renovable para la economía mexicana
Desde una perspectiva verde, las empresas deben impulsar la transición del gas natural al gas natural renovable (GNR), gracias a la compatibilidad entre ambos recursos y la posibilidad de explotar las mismas líneas de producción, sin necesidad de cambios estructurales.
En particular, el sector del transporte se beneficiará enormemente del uso de este recurso en lugar del diésel.
Gas natural renovable es un término utilizado para describir el biogás que se ha mejorado para usarse en lugar del gas natural fósil. El biogás utilizado para producir GNR proviene de diversas fuentes: vertederos municipales de residuos sólidos, digestores en instalaciones de recuperación de agua, granjas ganaderas, instalaciones de producción de alimentos y operaciones de gestión de residuos orgánicos.
Este panorama revela el potencial de México. En el territorio nacional existen numerosos vertederos capaces de producir biogás de forma estable. Y no olvidemos el vasto sector de producción de carne. De hecho, en México existen varias granjas con decenas de miles de animales que producen estiércol útil para el stock de gas natural renovable.
Para fomentar la difusión del GNR, ahora será necesario desarrollar un sistema estructurado de gasoductos virtuales, es decir, una infraestructura compleja capaz de conectar plantas industriales, instituciones y municipios al gasoducto de metano a través de una red de terminales de gasoductos, camiones y estaciones de descompresión en sitio.
La producción de hidrógeno verde y los límites regulatorios
El futuro del hidrógeno verde en México no es diferente al del GNR. La abundante disponibilidad solar y el acceso al agua favorecen la producción de este vector energético; Sin embargo, faltan incentivos estatales destinados a apoyar su crecimiento.
Para el desarrollo de este sector, la atención se centra ahora en las aplicaciones de electrólisis de agua salada, que prometen eliminar los costosos procesos de desalinización. Si esta innovación se materializa, provocando una caída significativa en el precio del hidrógeno, las costas de México se convertirán en lugares codiciados para la transición verde.
El hidrógeno también se puede producir mediante Steam Reforming RNG, que es el mismo proceso utilizado en la industria del petróleo y el gas, pero a partir de una fuente limpia y con energía limpia (generadores solares, eólicos o de gas natural renovable) impulsando la línea de producción. Esta innovación promete ser mucho más rentable que la actual hidrólisis del agua.
El crecimiento de estos dos sectores promoverá decenas de miles de puestos de trabajo y enormes ingresos para las empresas dispuestas a asumir el desafío de la transición energética. Sin embargo, falta una legislación local unívoca capaz de responder a las dudas de las empresas y facilitar la obtención de licencias para las necesidades operativas de los distintos proyectos.